29 feb 2012

El libro como unidad existencial


Por: Dario Rojo

Ante el avance de los ebooks, el libro resiste por su esencia como objeto. Se trata, como dice el autor de esta nota, de una unidad que se mantiene en formato electrónico a través de varias prácticas tecnoartesanales.


Si bien el motor de las creaciones informáticas está formado tanto del abismo de la innovación como de la natural necesidad de emular, es tal la sumisión del libro electrónico frente a su anterior ancestro, y tan mínimo el énfasis en las grandes modificaciones que la informática avizoraba en sus inicios para el sistema de percepción del lector que podríamos pensar que el libro electrónico es el elemento conservador por excelencia, en el que su existencia no hace más que reafirmar el objeto libro, y poner en escena eso que se podría llamar la “unidad libro”.

Establecer esta unidad es algo complejo y casi inevitablemente se suele caer en el apotegma que termina con la frase “al libro se lo reconoce”. Particularmente interesante es la escuela que propone que el libro logra, por tener el poder de desligarse de cualquier tipo de especificidad de género y en muchos casos de valor, una elasticidad que permite establecer un comienzo que inevitablemente alude a un fin. Ese fin tiene una presencia real y fantasmática a la vez.

En definitiva, cuenta con una unidad concreta en su abstracción que moldea un objeto teórico con la precisión necesaria para cualquier tipo de efecto, más allá de cualquier extensión del texto. Esto que suena algo descabellado, por no decir del todo, es lo que durante años los científicos de la Universidad de Helsinki han tratado de medir, pero en uno de sus últimos informes, confiesan haber llegado a ciertas conclusiones gracias a las palabras de un sastre ecuatoriano quien dio finalmente en la tecla cuando dijo: “En busca del tiempo perdido es un libro, no importa en cuántos volúmenes se lo tenga, y Las coplas a la muerte de su padre de Jorge Manrique también lo es, y no me importa discutir eso, es así, la unidad está más allá del objeto, y con esto me refiero a las tablillas de cera que son mis preferidas, aunque los cilindros de papiro no me disgustan para nada”.

Es esta unidad la que se mantiene en formato electrónico sin la menor intención de variar, incluso al punto de honrar a la emulación como un arquetipo de referencia absoluta.

Fuera de esa unidad está lo que todos conocemos como fragmentación, solo que ahora lo que antes estaba disperso por el mundo puede nuclearse en una pantalla, y debido a cierto afán abrumador causar cierta perplejidad. Digo, todo lo que está escrito dice algo, y no solo leemos lo que está encuadernado en holandesa; están las revistas, los diarios, los carteles, los blogs, sus comentarios, Twitter, Facebook y la lista sigue y sigue. Todo lo que está en la computadora está hecho para ser leído –quizás por eso la computadora es el artefacto nativo de la fragmentación– e incluso cada vez llega más rápido a los lectores de ebooks.

La necesidad de la piratería como sustento de la industria no es ninguna novedad. Y si se compara la piratería de la industria del cine con la de la industria del libro digital, sirve para ver similitudes y diferencias que pueden llegar a afectar el desarrollo del libro electrónico. Difícilmente se logre contar con los ejércitos de pequeños corsarios que emplean su tiempo en ripear una película, traducir subtítulos, sincronizarlos, subir, bajar, crear blogs, sitios, etcétera. Porque también este tipo de actividades se requieren para aceitar la circulación libre de los opus digitales, pero hay, quizás, una diferencia bastante considerable.

El hacedor del artesanato del intercambio web en el tema de los libros se convierte en algunos casos en una parte más activa, es decir, se puede convertir, casi espontáneamente, en un editor. Me refiero a que si se tiene la posibilidad de armar un libro, se lo puede reproducir o crear, y con esto no me refiero a escribirlo.

En este caso es casi inevitable pensar a un editor como el que le da entidad de libro a esos trazos fragmentarios que se pueden leer en todas las instancias de escritura que sobrevuelan Internet. Quiero decir: hay que ser editor por necesidad. Si se tiene un lector de libros electrónicos es muy probable que exista el impulso de leer un libro que no existe como tal, pero que se puede ver esbozado en algún conjunto de páginas. Esto tampoco es enteramente nuevo, de alguna manera ya con la aparición de la impresora cualquiera podía ser editor, pero ahora, además de la posibilidad existe una necesidad concreta. Lo que puede generar la expectativa de una falsa revolución, o que en vez de frases digitales leamos libros digitales.

Muchos son los dispositivos disponibles. Como en épocas del glam, el brillo de la pantalla divide las aguas en dos grandes grupos: los de tinta líquida y los que tienen una pantallita como de computadora. El paisaje se sigue dividiendo con los distintos formatos de los archivos en cuestión. El pasado ideal del elemento común –el PDF– cayó definitivamente.

Mucho son los problemas que se pueden presentar a la hora de buscar un libro electrónico y sobre todo a la hora de encontrarlo. Si el texto está en una página se puede enviar directamente. Pero un texto no es un libro. Puede que el libro ya esté hecho y se encuentre en formato nativo y como posiblemente haya sido generado de un PDF en formato imagen tiene millones de errores. Pero si el texto del futuro libro está en un PDF de los que se puede seleccionar la letra, habrá algo más que hacer: en el caso que tenga protección, se la saca –con algún software o desde algún sitio determinado–, se copia el texto, se pega en Word, con suerte no hay mil cosas que arreglar, se lo guarda como HTML y después en un software como el Calibre se lo transforma y se manda al dispositivo. Y se lo lee.

Con millones de variantes, éste es un resumen bestial de esta tecnoartesanía, la que al realizarla, inevitablemente nos recordará el destino de los correctores en nuestro país, así como la diferencia entre un texto y un libro. Además, los que lean poesía se enfrentarán con el problema de cómo mantener el ancho de los versos según se vaya a leer en un dispositivo u otro. Esto último sí podría hacer que algo cambie de un modo poco feliz: el valor de la censura en el verso, en definitiva el valor del verso, no creo que quite el sueño a nadie, y en vez de plantearse cómo mejorar la situación dada, resultará más fácil llorar sobre el ácaro invisible de los libros que están y seguirán estando en nuestro mundo.



25 feb 2012

Bibliotecas en cabinas telefónicas en Nueva York



Nueva York es una ciudad que sirve de escaparate para ideas innovadoras, frescas. La última que he encontrado son bibliotecas colocadas dentro de cabinas de teléfono.

John Locke, un arquitecto de ciudad, lanzó un proyecto literario de reutilización de mobiliario urbano. adquirió un proyecto literario reutilización.
Las cabinas de teléfonos, que todavía se encuentran en las calles de la Gran Manzana como ornamento, se han convertido en hitos nostálgicos de la ciudad.

Con la invasión de los teléfonos móviles prácticamente nadie utiliza las cabinas, exceptuando cuando llueve que suelen utilizarse para protegerse del mal tiempo. Esta nueva reutilización de mobiliario urbano, ofrece un cambio radical de utilidad a las cabinas que ahora se convierten en mini bibliotecas.

Locke ha equipado estas bibliotecas cabina con estanterías empotrados. Los ciudadanos están invitados a tomar prestado o intercambiar libros de los estantes. ¿Qué otros objetos de mobiliario urbano crees que pueden reutlizarse de manera original?

23 feb 2012

¿Por qué el papel de hace siglos se conserva mejor?

Una investigación realizada por un equipo de la Universidad de Iowa ha desvelado nueva información acerca de porqué el papel hecho hace cientos de años a menudo soporta mejor el paso del tiempo que el papel de factura más moderna.







El equipo de dicha Universidad, coordinado por Tim Barrett en el UI Center for the Book ha analizado 1.578 documentos históricos hechos entre el siglo XIV y el siglo XIX. Barrett y sus colegas han desarrollado métodos para determinar su composición química sin la necesidad de tomar una muestra, para no utilizar procesos destructivos. Los resultados de este proyecto, que ha durado tres años, confirman que las piezas más antiguas son a menudo los documentos que han permanecido en las mejores condiciones, y es en gran parte, según Barrett, debido a los altos niveles de gelatina y calcio que tienen.
Barrett dice que una posible explicación de la mayor calidad del papel en las muestras más antiguas estudiadas es porque los fabricantes de papel del momento, estuvieron tratando de competir con el pergamino, un material duradero resistente elaborado normalmente a partir de pieles de animales. Al hacerlo, hicieron sus papeles espesos y blancos con calcio y sumergían las hojas al final del proceso en un baño de gelatina templada diluida tibia para endurecerlas.

 ”Esta es una noticia importante para muchos de nosotros que trabajamos en el campo de la historia de la fabricación para la conservación de obras de arte de papel y libros raros”, dice Barrett.” La investigación da resultados con repercusión en la fabricación de papel moderno destinados a aplicaciones de archivo, y para el cuidado y conservación de trabajos históricos sobre el papel. “
  ”Los compuestos de calcio se utilizaba asimismo en la fabricación de pergamino, y se utilizó  también en la fabricación de papel”, dice Barrett.” Resulta que ayudó a evitar que el papel se convierta en ácido y este factor añade mucha estabilidad a su longevidad “.
Barrett reconoce que algunos pueden preguntarse por qué se realiza una investigación sobre la longevidad del papel hoy, cuando el arte o el texto en papel puede ser escaneado a alta resolución y se puede ver posteriormente en un ordenador. Señala que el análisis final de los mismos documentos a menudo puede arrojar nueva luz sobre un episodio histórico particular o una figura.
Por ejemplo, cuando las letras de un escritor en particular se encuentran en especial en un papel de alta calidad dado el tiempo del escritor y el lugar, esto puede indicar algo significativo acerca de la situación financiera del escritor. Cuando un libro fue impreso en papel de alta calidad para su época y ubicación, se puede sugerir que fué porque algo nuevo que pretendía la editorial, tenía una audiencia prevista y una estrategia de marketing.

 ”Se puede dar vida a su propio momento en la historia o nos muestran cómo hacer papel más duradero en el futuro. La información que yace dormida en el papel de los libros importantes y obras de arte tiene que ser preservada por los investigadores para que las futuras generaciones los puedan descubrir y utilizar“, dice Barrett.” Así como es  importante, que los originales de papel – que pueden ser leídos sin necesidad de hardware y software – seguirán siendo fundamentales para poder hacer copias de seguridad digitales.”
El Instituto de Museos y Bibliotecas de la Universidad de Iowa, y la Fundación Kressproporcionaron los fondos para la investigación: Paper Through Time. Nodestructive Analysis of 14th- through 19th Century Papers

22 feb 2012

Causas de la violencia juvenil: ¿podrían hallarse en el refresco?




Según un reciente estudio publicado en la revista Injury Prevention, los jóvenes y adolescentes que consumen una gran cantidad de refrescos podrían manifestar conductas violentas, sobre todo entre las personas que los rodean. Por supuesto, aún no se ha podido encontrar una relación directa causa-efecto entre el consumo de refrescos y los comportamientos agresivos pero los especialistas avizoran que los refrescos pudieran ser una de lascausas de la violencia juvenil en nuestros días.
El estudio en cuestión fue realizado con 1.900 estudiantes de las secundarias públicas en Boston a los cuales se les preguntó sobre la cantidad de refrescos consumidos a la semana y sobre sus conductas violentas.
Como principales resultados, los especialistas evidenciaron que cerca del 43% de los adolescentes estudiados que consumían semanalmente 14 latas de refresco o más habían llevado un arma al menos una vez, mientras que el 23% de los adolescentes que consumían menos de una lata de refresco por semana no habían demostrado esta conducta.
Incluso, cerca de un 33% de aquellos estudiantes que bebían entre dos y cuatro latas de refresco semanal afirmaron haber portado en alguna ocasión un cuchillo o un arma de fuego, mientras que un 38% de los que bebían entre cinco y siete latas de refresco manifestaron conductas similares.
También se manifestaron conductas violentas contra la pareja, los amigos y los familiares en aquellos jóvenes que consumían gran número de refrescos en la semana.
Al respecto, los investigadores explican que estos resultados pudieran deberse a la presencia de azúcar y cafeína en los refrescos de gas, lo cual incidiría sobre la conducta violenta o sobre la existencia de deficiencias de micronutrientes relacionados con la ausencia de una alimentación sana y de los trastornos de los procesos conductuales del organismo humano.
Sin embargo, también señalan que el consumo de refrescos, más que un efecto de los comportamientos agresivos, pudiera considerarse un detonante de las conductas que ya están presentes en los jóvenes desde su primera educación.

19 feb 2012

Rebelarse contra la relevancia: cómo encontrar lo que buscamos y no lo que Google cree que buscamos

Por:  José-Antonio Merlo-Vega 



Las políticas comerciales de Google están incidiendo negativamente en la pertinencia de los resultados de las búsquedas. Esto se debe a que el concepto de relevancia ha cambiado en aras de la personalización de los resultados, algo que perjudica directamente a la búsqueda objetiva, la que se realiza desde los centros de información. Priorizar los resultados que los buscadores consideran que se ajustan a nuestras preferencias dificulta la verdadera pertinencia de las consultas, la que obtiene resultados precisos y que responde a la intención de la búsqueda.
Google siempre destacó por su eficiencia, algo por lo que consiguió situarse como la herramienta por excelencia para la recuperación de información disponible en internet1. Los sucesivos cambios en los algoritmos de recuperación y la anunciada orientación de los resultados hacia las preferencias personales repercuten directamente en las estrategias de interrogación que se deben emplear para conseguir resultados objetivos y, por tanto, localizar los datos o archivos que realmente se necesitan.
La relevancia ya no consiste en ofrecer los resultados que se corresponden con lo que buscamos, sino lo que lo que las herramientas que empleamos para buscar información estiman que es lo que más se ajusta a nuestras supuestas preferencias, junto a aquello que creen que nos puede interesar en virtud de nuestro perfil: noticias, fotos, vídeos, etc. No se ofrece lo que buscamos, sino lo que se cree que buscamos. Pero, cuando se busca información desde servicios bibliotecarios de referencia o desde cualquier unidad documental, la recuperación debe estar lo más alejada posible de preferencias personales.
Los profesionales de la información deben ser expertos en recuperación de información, por lo que tienen que ser conscientes de que las lógicas de los buscadores han cambiado y de cómo ahora nuestras competencias pasan por conseguir identificar relevancia con pertinencia, no con preferencias. En definitiva, se trata de saber que, si empleamosGoogle, la forma de buscar debe ser diferente, más elaborada, porque distintos son ahora los resultados, menos objetivos.
Periódicamente Google informa de los cambios en sus algoritmos de recuperación2, cada vez más orientados hacia la personalización de los resultados, buscando ajustarse a las preferencias de quien realiza la consulta, es decir, a lo que Google cree que nos interesa basándose en la información que tiene de nosotros. Además, las nuevas políticas de privacidad de Google3, que tendrán efecto desde el 1 de marzo de 2012, buscan profundizar aún más en la obtención de resultados subjetivos, al unir la información que, como usuarios de cuentas de Google, hemos dejado en sus servicios: contenidos de nuestros correos electrónicos en Gmail, vídeos vistos en YouTube, historial de búsqueda almacenado, canales RSS en Google reader, perfiles de Google+ y conexiones en redes sociales, aplicaciones Android descargadas, etc.
Las nuevas políticas apuntan a un proceso de “desdoscerización”, donde la inteligencia colectiva sigue siendo un motor de la Web, mayor todavía con las posibilidades de la comunicación móvil, pero donde las preferencias interesan como mercado potencial, como escaparate de tendencias, necesidades que cubrir y productos que vender.
La denominada por la empresa Google como “experiencia Google para los usuarios”, de evidente inspiración mercantil, es contraria en principio a lo que podemos etiquetar como “experiencia Google para profesionales de la información”, quienes siempre deben partir del principio de objetividad en la recuperación de la información. La parte positiva es que estos cambios devuelven el protagonismo a los expertos en información, obligados a dominar la extracción de información de forma adecuada.
Ahora ya no se trata de conocer todos los operadores y sus combinaciones, sino que lo importante es entender cómo funciona Google para personalizar la consulta, no los resultados de las consultas, para buscar de forma precisa, para que la relevancia sea igual a la pertinencia y para que lo encontrado se corresponda con la buscado. Hagan la prueba y busquen, por ejemplo, la nueva edición de un informe de un organismo.
Si realizamos la consulta basándonos en la experiencia de usuario de Google, encontraremos noticias, páginas creadas hace tiempo, imágenes, productos en venta o conversaciones de redes sociales, por lo que se hace necesario filtrar la información desde el inicio, empleando las herramientas avanzadas que tanto Google como los navegadores y otras aplicaciones permiten; para ello, en este artículo se ofrecen algunos consejos para profesionales de la información que quieran rebelarse contra el falso concepto de relevancia y encontrar de forma ágil lo que se esté buscando.
Diez consejos para la recuperación objetiva de información
1. Busca de forma anónima. El anonimato debe ser el punto de partida. Es aconsejable realizar las consultas sin sesiones abiertas con cuentas de Google. Si se accede a un buscador o servicio previa identificación, las consultas se irán almacenando y paulatinamente los resultados se irán ajustando al historial de búsquedas. Si se busca algo diferente, se tardará más en encontrarlo, ya que al personalizarse los resultados, Googlesiempre intentará ofrecer lo más parecido a las búsquedas anteriores. No conviene buscar con cuentas de Google abiertas, aunque siempre se pueden eliminar los resultados acumulados, como se mostrará más adelante.
2. Usa la búsqueda avanzada. Los formularios en los que se combinan los términos de búsqueda para ajustar los resultados son un recurso esencial. El hecho de que sean sistemas clásicos no los convierte en obsoletos y siguen siendo la mejor forma de diseñar estrategias de interrogación. Aunque está activa, Google ya no enlaza claramente su útil “búsqueda avanzada”, que permite delimitar aspectos como consultar por frases, limitar los resultados a servidores específicos o elegir el formato de la información buscada. En recientes cambios de la interfaz principal de Google se eliminó el acceso directo a esta herramienta, que está disponible en:

3. Usa operadores de precisión. El valor de los operadores para la recuperación pertinente no es tampoco nada nuevo y está en la base de cualquier buscador eficaz. No obstante, ante los constantes cambios en los algoritmos de Google, cada vez se hace más necesario completar la consulta con algunos operadores, especialmente con aquellos que permiten realizar búsquedas literales (texto entre comillas), limitar la consulta a servidores concretos (site:servidor), elegir formatos de archivo (filetype:tipo de archivo) o excluir términos (-término1 – término2). La información sobre los operadores de Google, en especial los empleados en la búsqueda avanzada, se puede conocer desde su página de ayuda:

4. Usa los filtros. Google ofrece diversas opciones para seleccionar páginas alojadas en servidores de un área geográfica, en una lengua o en una fecha, por ejemplo. Estas posibilidades se ofrecen en un menú lateral y son útiles para delimitar los resultados. Por defecto, ofrece datos cercanos a nuestra ubicación, por lo que conviene modificar esta información por un área global. De igual forma, Google permite seleccionar tipos de información: noticias, imágenes, libros digitalizados, etc., a partir de un menú que muestra en la parte superior de los resultados. El uso de los filtros se realiza de forma posterior a una consulta; en primer lugar, se debe ejecutar una búsqueda a través del formulario inicial de Google, para después filtrar los resultados con las diferentes opciones del menú lateral, precisando fechas, idiomas o lo que se considere, o del menú superior, limitando la consulta a imágenes, vídeos, libros o el formato de la información que necesitemos.
5. Usa la búsqueda textual. La relevancia, tal como la entienden los profesionales de la documentación, pasa por ajustar los resultados a los términos de búsquedas. El algoritmo de recuperación de Google se fue alejando de este principio pero, consciente esta empresa de que era necesario articular un sistema para localizar información por términos, en noviembre de 2011 puso en funcionamiento Verbatim4, que sirve para obligar a que la recuperación de los términos buscados se realice de forma textual, dando prioridad a las palabras sobre las preferencias. La opción “Verbatim” se encuentra en el menú lateral de los filtros de los resultados de una consulta, bajo las opciones “Más herramientas – Todos los resultados”.
6. Elimina la información personal. Para conseguir la despersonalización de los resultados es necesario borrar cualquier indicio de nuestras consultas anteriores, aunque en casos de centros de información especializados puede ser de interés mantener preferencias de resultados. Tanto para eliminar la información completamente, como para mantener exclusivamente la que se considere pertinente, será útil consultar el panel de control deGoogle, donde se almacenan tanto el historial de consultas como la configuración de los servicios que empleemos. Desde este panel se ofrece la opción para modificar la información personal, borrar algunas páginas o eliminar el historial web de forma completa. El panel de control se encuentra en:

7. Elimina las preferencias de anuncios. Entre las novedades más discutidas del buscadorGoogle está la personalización de la publicidad que se ofrecerá junto a los resultados de las consultas y que se modificará en función de nuestras preferencias. Si bien esta estrategia comercial es incontestable, sin embargo repercutirá en los resultados, que también se verán orientados hacia nuestros gustos o anteriores consultas. Para conseguir resultados limpios de información personal, lo más conveniente es que no se conozcan nuestras preferencias. Google nos facilita esta operación, permitiendo desactivar la generación de la cookie que alberga estos datos o accediendo a las preferencias almacenadas, desde donde pueden ser borradas. El administrador de preferencias de anuncios de Google está en:

8. Elimina el historial del navegador. Los navegadores permiten que se eliminen los datos de navegación, ya sea el historial de las páginas vistas, las cookies que se han ido cargando en la sesión, las contraseñas empleadas u otros datos almacenados durante el uso del navegador. A menudo las páginas visitadas se toman como fuente de información para posteriores resultados, por lo que, si queremos realizar búsquedas anónimas, es aconsejable bien configurar el navegador para que elimine toda la información al término de cada sesión o bien realizar una limpieza manual de los datos de las consultas: historial, caché, cookies, preferencias, autocompletar, etc.
9. Vacía la memoria caché. Para una eliminación integral de la información personal, datos de páginas visitadas o cualquier otra actividad realizada con los dispositivos que empleemos para buscar información, el complemento idóneo es el borrado de la memoria caché de la CPU, donde se almacenan rutinas de las aplicaciones y datos de navegación. No se trata de una operación directamente vinculada con la mejora de resultados de las consultas en sistemas automatizados, pero  vaciar esta memoria permite iniciar búsquedas asegurándose de que no hay datos almacenados que interfieran en la posible personalización de los resultados. Un programa gratuito con probado rendimiento para el borrado de la memoria caché y las rutinas innecesarias es CCleaner, que se puede descargar desde:

10. Diversifica los recursos de información. Hay fuentes específicas para cada tipo de información, por lo que un profesional no precisa partir siempre de buscadores para localizar aquellos datos o documentos que necesita. La formación y la experiencia enseñan a seleccionar las fuentes de información más útiles, que debemos organizar para acceder a ellas de forma ágil. Es esencial disponer de un sistema de administración de recursos, para los que son especialmente útiles los servicios de favoritos sociales (DeliciousDiigo) y los escritorios virtuales (NetvibesProtopages). Para la gestión de recursos de información cada vez son más recomendables herramientas como Zotero oMendeley, por su versatilidad para describir cualquier tipo de recurso y por las posibilidades de sincronización de los datos en servidores en la nube, en instalaciones locales o en aplicaciones móviles. Esto mismo ocurre con el navegador Mozilla firefox, que también es una opción para la gestión de los favoritos y la sincronización de los recursos en diferentes dispositivos.
Google es la herramienta de recuperación de información de mayor valor, pero su creciente adaptación de los resultados a criterios comerciales, basados en una supuesta adecuación de los enlaces ofrecidos a las preferencias de los usuarios, está dando como resultado que sea necesario filtrar la información, emplear con frecuencia operadores o modificar las consultas para conseguir los resultados que se buscan. El anonimato en la recuperación de la información es el medio para la consecución de resultados objetivos.Google quiere conocer a sus usuarios para afinar los resultados y darles mejor servicio, pero los profesionales de la información debemos conocer a Google para obtener los resultados que buscamos y para que este potente buscador esté a nuestro servicio.
Notas
1. Google explica su evolución mediante una nota en su blog oficial del 21 de noviembre de 2011, en las que incluye un vídeo y un gráfico con una línea de tiempo muy aclaratorios.
“The evolution of search in six minutes”.
http://insidesearch.blogspot.com/2011/11/evolution-of-search-in-six-minutes.html
2. Inside search: The official Google search blog, es el canal de comunicación desde el que se informa de las novedades del buscador:
http://insidesearch.blogspot.com
3. Google unificará el 1 de marzo de 2012 las políticas de privacidad de sus servicios, que los usuarios están obligados a aceptar si quieren seguir usándolos:
http://www.google.com/intl/es/policies
4. “Verbatim” fue presentado por Google el 15 de noviembre de 2011 en la nota de su blog titulada “Search using your terms, verbatim”.
http://insidesearch.blogspot.com/2011/11/search-using-your-terms-verbatim.html

Aprendizaje 2.0


Por: David Messina


Las vacaciones llegaron a su fin y algunos padres ya se baten en un duelo para conseguir que los celulares y el PlayStation queden en segundo plano. ¿Cómo encontrar el balance entre un buen rendimiento académico y la omnipresencia de los dispositivos 2.0?

De buenas a primeras, se hace evidente que Ruth Cardozo pertenece a la llamada generación multitareas. Esta chica de 16 años, que acaba de empezar el tercero de la Media en el colegio Dante Alighieri, no se desprende ni un segundo de su smartphone y, mientras está enganchada a su programa favorito de tevé, chatea con sus amigas, sube fotos al Facebook, dispara comentarios ácidos en el Twitter y escucha el playlist que armó con sus canciones favoritas.

“No se puede negar que es un elemento distractor; no creo que se pueda estar 100 % atento a las indicaciones del profesor cuando se está pendiente de lo que pasa en el teléfono”, reconoce cuando le consultamos sobre la interferencia de todo ese vendaval de información al que están expuestos los chicos al tener siempre consigo un teléfono inteligente.

“En realidad, en el colegio está prohibido el uso de los teléfonos dentro del aula. Si el profe te agarra chateando es probable que te llame la atención la primera vez, pero, a la segunda, es seguro que el celular va a parar a la dirección y solo lo puede retirar un padre”, explica sobre las medidas disciplinarias aplicadas a los que incurren en el uso de teléfonos en horas de clase.

Ruth se confiesa parte de la generación Wikipedia, recurso por lo general vedado por muchos profesores, y relata de qué manera internet está presente dentro de las actividades académicas de la institución a la que asiste. “Algunos profesores no están muy familiarizados con el uso de internet y otros sí. En algunas materias, como Italiano y Economía, usamos habitualmente el correo electrónico, por lo general para enviar los borradores de los trabajos prácticos y monografías; luego los profesores nos reenvían el material y continuamos trabajando en base a esa dinámica”, cuenta Ruth.

Pros y contras

Pero ¿cuáles son los verdaderos beneficios de la presencia de las nuevas tecnologías en el espectro académico de los adolescentes? Para el psicólogo Christian Krauch, del Centro de Apoyo Familiar, la tecnología puede influir tanto de forma positiva como negativa en el desarrollo de los chicos en edad escolar. “Cuando hablamos desde el punto de vista positivo, nos referimos a las nuevas tecnologías que se utilizan o se incorporan dentro del proceso académico, ya sea por medio de la utilización de softwares especializados para estimular o fomentar el aprendizaje y la incorporación cada vez mayor de computadoras dentro del aula como mecanismo de búsqueda de información y de procesamiento de esta”, explica.

Krauch aclara que si bien en el país tenemos cierto retraso en este aspecto con respecto a otros países de la región, existen instituciones que se encuentran desarrollando experiencias muy exitosas dentro de este espectro. “Es la tendencia; en otros países estamos viendo cómo de a poco está desapareciendo el papel y cómo es reemplazado por tabletas o dispositivos similares, cómo el caso de Una Computadora Por Un Niño en nuestro país, un proyecto que busca un medio de aprendizaje más eficiente a través de la tecnología”, agrega.

Es así que a través de la utilización de estas tecnologías se pueden observar resultados auspiciosos con respecto al desarrollo de los alumnos expuestos a estas experiencias. “Estimulan el desarrollo  veloz de muchos componentes del chico: la atención, la capacidad intelectual, la memoria, la motricidad gruesa y fina; todo esto se puede estimular de forma más eficiente por medio de la tecnología”.

Con respecto a los factores negativos de esta sobreexposición tecnológica, Krauch menciona que es de notarse la incidencia directa sobre la atención de los chicos. “Así como la tecnología puede fomentar el desarrollo, puede también generar dispersión o falta de atención y eso lo vemos con el fenómeno de los teléfonos celulares, por ejemplo, los smartphones, que nos tienen conectados todo el tiempo a internet, y los chicos que, por lo general, los llevan al colegio”, explica. 

“Sobre todo se observan estas consecuencias en los chicos que están en la etapa media de la educación o la primaria avanzada, y esto influye negativamente porque introducen estos dispositivos a las aulas y eso genera falta de atención y otros problemas no relacionados directamente con la educación, pero sí con el ámbito escolar, como el cyberbulling o ciberacoso”.

Canal de comunicación

Desde Facebook a Twitter, pasando por los videojuegos de moda y los teléfonos inteligentes, Mirtha Espínola acompaña a su hijo José, de 14 años, a través de la experiencia 2.0 en las redes. “Es un canal de comunicación muy importante. Me parece que hoy en día es imprescindible manejar todas estas nuevas tecnologías no solo para saber qué piensan nuestros hijos, sino para conocer su entorno, para saber cómo se maneja y cuáles son sus códigos”, expresa sobre su experiencia. “Es una herramienta de comunicación que los padres debemos manejar para hablar el mismo idioma que ellos”, agrega. 

Tareas que van y vienen por internet, el uso frecuente de blogs y la visita a las llamadas aulas virtuales son una constante en el caso de José, quien, de acuerdo a su madre, es un chico con un alto grado de responsabilidad y entiende los límites. “No le pongo ningún tipo de reglas con respecto al uso de internet, videojuegos o celulares; él sabe perfectamente cuáles son sus responsabilidades y demuestra ser muy eficiente en ese aspecto”, refiere Mirtha.

En las aulas

Patricia Talavera, directora pedagógica del Centro de Desarrollo de la Inteligencia (CDI), explica que, en el caso específico de esta institución, internet y las nuevas tecnologías ocupan un lugar preponderante en el desarrollo académico de los alumnos. “¿Qué entendemos por nuevas tecnologías en el CDI? Cuando hablamos de nuevas tecnologías nos referimos a las herramientas de la comunicación y la información que estén más allá de las que tradicionalmente se han utilizado en educación, y que llevan al estudiante a cuestionar, pensar, analizar, explicar, etcétera”, explica. 

“Nuevas tecnologías en el aula son aquellas puestas con el propósito de enriquecer y expandir la experiencia de aprendizaje, como pueden ser: la computadora y todos aquellos softwares con propósitos educativos, la cámara fotográfica y de video, un grabador, reproductor y mezclador de sonidos, editores de videos, internet, el teléfono celular, una pizarra electrónica, videojuegos, etcétera, incorporados a los diferentes momentos del proceso educativo”.

Además, refiere que, como un elemento innovador, desde el año 2011 han incorporado una plataforma virtual, a través de la cual los alumnos y docentes tienen acceso a tres sistemas que proporcionan datos administrativos (asistencia, puntajes en los trabajos realizados, calendarios de aula y escuela), contenido (las presentaciones, lecturas, etcétera, trabajadas en las diferentes clases) y actividades propuestas por el docente para las diferentes clases, a ser realizadas por el alumno, tanto en aula como en la casa. 

Talavera menciona que a través de esta plataforma se dinamiza el proceso educativo, donde los alumnos y alumnas, personalizadamente, van cumpliendo con sus asignaciones y las familias pueden hacer un seguimiento del proceso de sus hijos. “Las nuevas tecnologías promueven el desarrollo de competencias cognitivas como resolución de problemas, pensamiento crítico, formulación de preguntas pertinentes, búsqueda de la información relevante, uso eficiente de la información, realización de observaciones, investigaciones, invención y creación, análisis de datos o presentación de trabajos y conclusiones de forma eficiente. Además de competencias metacognitivas como la autorreflexión y la autoevaluación”, finaliza.   


14 feb 2012

Escuela y PC: una relación compleja

El informe PISA sobre lectura digital precisa que no hay relación entre el uso de la computadora y un rendimiento exitoso.



Las nuevas tecnologías y su aplicación en el aula no garantizan siempre el éxito escolar. A esta conclusión parecen haber llegado los expertos en educación ante los resultados del sexto y último informe del Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes (PISA, por sus siglas en inglés), según los cuales no existe ninguna relación entre la disponibilidad de computadoras en las escuelas y el rendimiento de los alumnos en lectura digital.
El informe sobre los resultados de las pruebas de 2009, llamado "Alumnos en Internet. Tecnologías digitales y resultados de aprendizaje", es el primer estudio que sobre lectura digital hace PISA. Tradicionalmente, cada informe está dirigido a analizar el rendimiento de estudiantes en las áreas de matemáticas, lengua y ciencias naturales (con pruebas estandarizadas y a jóvenes de 15 años). El mencionado estudio midió entonces las competencias en lectura digital de alumnos en 19 países o economías, en temas fundamentales como capacidad de lectura significativa de textos interactivos y uso crítico de la información en Internet.
La Argentina no participó en la mencionada prueba (sí lo hicieron Chile y Colombia), pero los datos finales pueden ser igualmente aplicados a nuestra realidad. Así lo entiende el director de Educación del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec), Axel Rivas, porque uno de los descubrimientos principales del informe es que, en todos los países participantes, los alumnos que tienen computadora en su casa tienen un mejor desempeño en lectura digital que los que no, incluso cuando se iguala a los alumnos por nivel socioeconómico. Esto permitiría reflexionar positivamente sobre la efectividad de planes como el nacional Conectar Igualdad o el Plan Sarmiento en la ciudad de Buenos Aires, que entregan las netbooks a los alumnos y sí les permiten llevarlas a sus hogares.
Sin pretender forzar la comparación, podríamos recordar que cuando sólo se usaba el soporte papel también tenían más éxito en la escuela los alumnos cuyos padres contaban con una biblioteca respecto de aquellos que no la tenían.
Otra conclusión es que, con el uso de computadoras en la escuela, los rendimientos escolares aumentan muy levemente cuando éstas se usan con poca frecuencia (una o dos veces al mes), en contraste con las escuelas que no las usan en absoluto, pero este desempeño desciende en las instituciones en que las usan a diario. Esta conclusión a primera vista paradójica podría deberse a que todavía los maestros no saben cómo aprovechar al máximo en las escuelas todas las potencialidades de la tecnología y se limitan a usar el formato que proponen los softwares de las PC, que no están adaptados obviamente para los requerimientos en clase. Con un uso frecuente, pero criterioso, se pueden lograr mejoras en los aprendizajes.
Aunque todavía la metodología utilizada es lógicamente limitada, el objetivo de los informes PISA en esta nueva área de estudio sigue siendo el mismo: comprobar que los participantes tengan las competencias necesarias para convertirse en ciudadanos críticos y autónomos, con capacidad para poder entender y resolver problemas auténticos.
Por esa razón, estos primeros resultados, que permiten asomarse a un proceso tan complejo, son muy bienvenidos: ponen el acento en la particular relación que tanto alumnos como maestros y profesores establecen con las nuevas tecnologías y su aplicación, y demuestran que tanto unos como otros deben profundizar su capacitación para manejarlas con éxito. Por supuesto, esto no ocurre solo en el ámbito escolar, pero es en éste donde su seguimiento debe ser más estricto; de la preparación y del rendimiento de los jóvenes depende hoy más que nunca el futuro de la humanidad, y son precisamente ellos los que más cerca están de dominarlos.

13 feb 2012

El consenso de las reglas escolares

Por: Rolando Azocar Jr.


Los reglamentos internos han sido sustituidos por manuales de convivencia que agrupan la participación de la comunidad educativa.


Lo que antes se conocía como normativa interna o reglamento escolar, un conjunto de disposiciones que regulan el comportamiento de los infantes dentro de las instituciones educativas, ahora es llamado manual de convivencias: parámetros de comportamiento para la comunidad escolar. 

¿Qué diferencia a los términos? ¿Sólo simple semántica? Para algunos, la respuesta pudiera ser un tajante sí: sólo un cambio de palabras para decir lo mismo. Empero, lo que marca una diferencia característica no se halla en el vocablo utilizado. Se concentra en el proceso recorrido para determinar aquellos márgenes de conducta en el terreno educativo. 

“(Estos) dejan de ser reglamentos escolares para convertirse en acuerdos de convivencias, en la medida en la que se hace una construcción participativa en la que intervienen representantes, profesores y estudiantes por igual. Es decir, la comunidad escolar”.

Estas disposiciones eran el resultado de la imposición. “Eran normas construidas, cuando mucho, por los buenos alumnos, los directores y los maestros, y sólo era del conocimiento del estudiante cuando era expulsado". El acuerdo no. "El acuerdo es una construcción colectiva que debe tener basamentos jurídicos y basamentos pedagógicos”.

Sanciones pedagógicas

La estructura de realización de los manuales de convivencia no está clara. “Se tiene lo que está dispuesto en las leyes, pero estamos en espera de las líneas del Ministerio (de Educación) para la parte de la construcción”.

Según lo recopilado en las legislaciones, estos estatutos, además de ser establecidos en acuerdo con los miembros de la comunidad escolar, deben eliminar las sanciones. 

“Pero no se trata, como muchos han dicho, de que el niño haga lo que le dé la gana. No. Se establecen represalias, pero de tipo pedagógico. No una sanción punitiva en la que se expulsa al muchacho, de manera total o parcial. Y mientras yo estoy expulsado no tengo clase, y es mejor porque hago lo que me da la gana, y cuando llego no tengo derecho a que me repitan las evaluaciones y trabajos para yo nivelarme. Esto empeora la situación del joven”.

También, como rasgo de equidad, se establecen normas y represalias no sólo para los alumnos, sino para los docentes, obreros, administrativos y representantes. En fin, para todos los que integren la comunidad escolar. 

Buenos resultados 
Los resultados de estos convenios han sido satisfactorios. Ha generado, en los estudiantes, un mayor arraigo con los deberes de la institución, debido a que son ellos los que construyen sus normas. 

“Entonces, tú ves casos como el de un niño rayando un pupitre que, quizás, es algo tan común, y otro que lo detiene diciéndole que no está permitido porque es su espacio de estudio, porque está en las normas que ellos mismos formaron”, cuenta Maritza Donado.

Los estudiantes, destaca, cumplen estas normas porque “las sanciones y correctivos las ponen ellos. Te dicen que ocurre tal cosa en el recreo y eso es tal falta. Que aquello debe contemplarse en el manual… y termina siendo un trabajo muy rico porque lo van construyendo ellos. Así, todos sí saben cuáles son las reglas de cada espacio”.

Y, ante esta inclusión, los efectos se perciben en la disminución de la violencia escolar, “porque conocen los parámetros y saben que tú tienes derechos dentro de la escuela. Saben que lo que a veces es una travesura, realmente es una falta que incomoda a sus compañeros (…) Se dan los primeros pasos para que entiendan que en una sociedad todo tiene reglas y éstas son el resultado de una participación”. 

Sin embargo, para Donado, la efectividad de esto depende de las autoridades de la institución: que sepan integrar a los alumnos en el proceso y que en las normas que devengan del consenso agrupen la realidad de la institución. 

Mayor responsabilidad
“Cada colegio tiene una realidad distinta y, precisamente, por eso es que se busca, con el manual, que las reglas sean construidas por todos. De esta forma se puede buscar una solución para problemas internos como la violencia”, 

Esto se debe a que “cuando ellos mismos van construyendo las reglas del juego de su salón y su escuela, ellos mismos van responsabilizándose de sus acciones. Ya no es el profesor que dice las cosas, sino que ellos se dan cuenta de lo que les conviene o no y que las reglas los ayudan”.

Pero, resalta, todo ello debe ser recíproco. “Si al entrar a clases se manda a todos a apagar el teléfono, pero el del profesor suena, no se está haciendo nada. Si se pide tolerancia, pero el primero en perder el juicio es el profesor, no se logra el objetivo”, reflexiona.

Aunque la realidad de las instituciones educativas del Estado tiene matices distintos, en la realización de los manuales de convivencia se unen el esfuerzo para presentar soluciones específicas para cada situación. Dar inclusión a los estudiantes en un proceso de enseñanza que, cada vez más, se centra una concepción constructivista del aprendizaje.



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