8 dic 2008

¿Qué hay en un byte?

Nuestro lenguaje se ha acostumbrado rápidamente al uso de términos que resultan difíciles de explicar. ¿Se preguntó alguna vez qué hay en un byte? ¿Y sobre la web 2.0? Lo concreto es que el uso de nuevas tecnologías de información y comunicación es un fenómeno social que modifica nuestra vida cotidiana, la cultura y las relaciones de poder.

Por Carlos Eduardo Cortés S. *

Las personas que usamos computadoras y otros dispositivos electrónicos, con frecuencia conversamos sobre la capacidad de almacenamiento y la velocidad de transferencia de datos de dichos aparatos. Hemos adoptado en nuestro lenguaje cotidiano anglicismos intraducibles como “gigas”, “bytes” y “bits”, y nos lamentamos porque nuestra PC tiene una memoria RAM (o de acceso aleatorio), inferior a dos gigas... Pero, ¿qué es, a fin de cuentas, un gigabyte?

Pese al uso diario, rara vez vinculamos esos términos con las dimensiones físicas que involucran. En su relación expresada en potencias de diez, un gigabyte equivale a mil megabytes. Pero, ¿qué representa esa magnitud? Nuestra matemática de base diez, nacida del hecho de contar con nuestros diez dedos, dispone de las potencias para expresar cantidades. Las tecnologías de información y comunicación (TIC), usan dichas potencias para representar cantidades mínimas y máximas de información.

Un bit es la unidad básica de información. Por ejemplo, las dos posiciones, encendido y apagado, de un interruptor. En teoría de información, y en el lenguaje binario de las computadoras, el cero y el uno son, cada uno, un bit: palabra inglesa que significa una pequeñísima cantidad de algo, pero, a la vez, es la contracción de binary digit (dígito binario).
Un byte (pronunciado bait), por lo general está formado por ocho bits, y constituye la unidad básica de almacenamiento de información en las computadoras o los nuevos dispositivos reproductores de datos, como el iPod.

Una palabra tiene diez bytes. Cien bytes equivalen a la extensión de un mensaje de texto en el celular o del viejo y desusado telegrama. Un kilobyte (mil bytes o 103), equivale a menos de una página mecanografiada (o tecleada en la PC). Diez kilobytes, a una página impresa de una enciclopedia o una página web estática.

Una fotografía con baja resolución tiene cien kilobytes. Un megabyte representa un millón de bytes (106 bytes), y equivale a una novela corta o lo que podría contener un disquete de 3,5 pulgadas, también en desuso ahora. Una foto con alta resolución tiene dos megabytes.

Las obras completas de Shakespeare ocupan cinco megabytes, los cuales equivalen a un comercial de 30 segundos de video (atención, estamos hablando de cantidad de información, no de calidad... El texto ocupa menos información que el sonido, y el sonido, mucho menos que el video).

Un minuto de sonido de alta fidelidad tiene diez megabytes. Una enciclopedia en dos volúmenes, o un metro de libros colocados en un estante, tienen cien megabytes. Un CD-ROM tiene 500 megabytes.

Un gigabyte (mil millones de bytes o 109), es equivalente a la carga de una camioneta pickup llena de papel, o una sinfonía en sonido de alta fidelidad, o una película de televisión. Veinte metros de libros en un estante equivalen a dos gigabytes. Y cien gigabytes es lo que ocupa un piso entero de periódicos académicos o lo que contiene una sola cinta de almacenamiento digital ID-1.

Un terabyte (un billón de bytes o 1012), equivale al papel producido con 50 mil árboles, o al contenido textual de un millón de libros. Una biblioteca de investigación académica suele contener dos terabytes de información. Toda la colección impresa de la famosa Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos tiene unos diez terabytes.

Un petabyte son mil billones de bytes o 1015. Toda la información disponible en la World Wide Web a comienzos del siglo XXI equivalía a ocho petabytes (hoy, por supuesto, es mucho más que eso).

Un exabyte es un trillón de bytes (1018). La producción total anual de información mundial en soporte impreso, fílmico, óptico y magnético suma (según estimación para 1999) era de unos 2,12 exabytes. Y todas las palabras pronunciadas por la especie humana equivalen a unos cinco exabytes.

A partir de aquí, la sensación de vértigo es excesiva, pues grandes cantidades como el zettabyte (1021), y el yottabyte (1024), desbordan nuestra imaginación, aunque no necesariamente nuestra capacidad de producir información. Baste pensar que el número de granos de arena de todas las playas de la Tierra no supera la cifra de 1020...

* Gerente de Radio Nederland Training Centre – América latina.


Fuente: http://www.pagina12.com.ar/diario/laventana/26-115246-2008-11-19.html

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